La noria


Rueda, abajo,
Rueda, rueda, 
Abajo, un poco más,
Cayendo, cayendo.
Si ya caímos bajo
Porque no bajar otro escalón,
Si ya morimos ayer,
Porque no beber la cicuta.
Quiero edificarme,
Ser el puerto de los suicidas,
El camino del adiós.
Aquí huele a Perséfone,
Y la bella bastarda
Me mira ausente, pero fijamente,
Me mira.
Y a donde iré
Si no reconozco mis pies,
Si no me hago caso,
Ni me contradigo.
Otro poco más abajo,
Rueda, rueda, rueda,
Que aún no hemos perdido todo,
Ni ganado nada,
Apenas hemos sido,
Conjunción imperfecta del verbo to be,
Resumen tosco del quizá,
Y no hay fondo, querida,
Solo este caer incesante,
Obstinado,
Tan lunes-siete-a-eme,
Tan beso con la boca cosida,
Tan yo,
Y, de repente,
Tan vos,
Tan was.
Abajo, más abajo,
Juguemos a los muertos,
Al agujero infinitesimal pero definitivo,
Caigamos,
¡Rueda, maldita sea, rueda!
Perder es adjetivo,
Propio,
Mío,
Y no te lo presto,
Mantén la calma.
Vamos los dos,
Camino a esto,
Que es tan parecido a la nada,
A los besos sin ganas,
Al sexo por obligación,
A las caricias de rutina.
A tu nombre cuando lo llamo,
A tu sexo cuando lo anhelo.
Rueda, abajo, un poquitín más,
Que ya viene el circo del ayer,
Y los te-amo-de-nariz-roja vendrán a saludarte,
Y yo te esperaré en la cuerda floja,
En el centro,
O abajo,
Más abajo,
Sepultado en tu recuerdo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Bien(ven)ida

Amor todavía

Canción de cuna