Bien(ven)ida
Ven que es noche y la vida me susurra silencios;
No te quedes ahí
Parada sobre las horas de espera sin carnaval,
Hazme fiesta y aguardiente,
Júbilo que estallé en la cuna de tus labios.
Ven que amenaza el alba y el frío de la soledad,
No esperes a que llegué el invierno,
Ni calmes mis ansias desde tu vereda.
Entrega tu boca, firma el armisticio;
Ríndete a las caricias, al beso, a mí.
Ven para ser solsticio,
Materia voluble,
Fuego primigenio,
Lluvia dulce, siempre dulce;
Días de fiesta,
Noche de vino.
Ven que no prometo nada;
Nada más allá de mis manos,
Nada más allá de estas letras;
Ven para ser hoy-sin-ayeres
Ven y seamos más-que-esto.
Ven que tu nombre me persigue,
Me alcanzan los recuerdos que aún no tengo de vos,
Y vos que no llegas a esta orilla,
A calmar los minutos huérfanos,
Las deshoras de mi alma.
No te quedes ahí
Parada sobre las horas de espera sin carnaval,
Hazme fiesta y aguardiente,
Júbilo que estallé en la cuna de tus labios.
Ven que amenaza el alba y el frío de la soledad,
No esperes a que llegué el invierno,
Ni calmes mis ansias desde tu vereda.
Entrega tu boca, firma el armisticio;
Ríndete a las caricias, al beso, a mí.
Ven para ser solsticio,
Materia voluble,
Fuego primigenio,
Lluvia dulce, siempre dulce;
Días de fiesta,
Noche de vino.
Ven que no prometo nada;
Nada más allá de mis manos,
Nada más allá de estas letras;
Ven para ser hoy-sin-ayeres
Ven y seamos más-que-esto.
Ven que tu nombre me persigue,
Me alcanzan los recuerdos que aún no tengo de vos,
Y vos que no llegas a esta orilla,
A calmar los minutos huérfanos,
Las deshoras de mi alma.
Comentarios
Supongo que a ese tomate ya no le falta cebolla.
Saludos mi pana-mericana.