No le temas a esta vida

No le temas a esta vida,
Querida,
Que es tan poco el tiempo,
esta dulce fortuna de tenernos,
no pensemos en fantasmas,
no matemos margaritas.

Mira que hay días, amor,
Para enterrarnos el uno en el otro,
De perdernos entre sonrisas,
De no pensar nada,
Nada.
Mira que hay noches, amor,
Para sonrojar la luna,
Para ser humanos,
Para ser.

Deja que borde dos besos,
Huérfanos, dulces,
En las mejillas tuyas.
Deja que mate el ayer,
Que no quiero arrepentirme
Del could have been
Del ya no fue.

No le temas a esta vida,
Amada,
Ni trates de romper los segundos,
Aferrate a estas manos mías,
Que te ofrecen estas letras torpes,
Estas caricias etéreas,
Este amor tan exacto.

Mira que hay instantes, amor,
Para eternizar los labios,
Para hacer eterno el nombre,
Para soñar,
Soñar.
Mira que hay infinitos, amor,
Para hacernos prescindibles,
Para no estar,
No estar.

Deja que te ame, descarado,
Que me pierda, así-no-más
Entre tus senos,
Deja que invente una vida,
Donde el temor sea un mito
Y tus labios la tierra prometida.

Comentarios

María Antonia León ha dicho que…
Y bueno amigo mío, aquí estoy leyendo tu blog. Quizá he aprendido o he cambiado. Tal vez ya no me conmueven tantos mitos. Y aún me resulta difícil hablarte...

Entradas populares de este blog

Las palabras

Parte metereológico

La noria