Vienes Violeta
Vienes Violeta
Bailando entre las hojas que caen de una noche niña,
Y tienen tu nombre todas las cosas que deseo,
Y tienen tus labios las mentiras que beso y me digo,
Buscándote en el aire a cada palmo,
En cada espacio que no habitas
Y eres tú, ahí, aún, contra mi,
Aferrada a mis ganas,
Mi cáliz, mi pistilo, mi viola, mi Violeta.
Y es la hora en que el cielo
Vestido de dama de alta cuna,
Deja caer el purpúreo velo,
Y las luciérnagas hacen sus danzas rituales,
Cuando vos llegas, Princesa,
Soberana de primaveral reino,
Y tus ojos, blasones vivos,
Se ondean para mi,
Ofreciéndome paz y muerte,
Muerte dulce siempre,
Bajo la cruz de tus labios,
Y todo es calma,
Y somos un mar,
Cuando llegas, Violeta.
Llévame en tus pétalos, Violeta,
Abrázame siempre, mujer,
Sáciame esta sed infinita de tu néctar,
Calma ese mar de leva que cargo en el pecho,
No dejes que me alcance la locura de Atis,
Que no me maldigan los dioses,
Permite que me sonría la mañana,
Violeta mía,
Princesa Violeta,
Viola,
Violeta,
Violeta siempre,
Violeta amor.
Y si alguna vez no llegas,
No me olvides Violeta,
Desanda las horas y florezcamos de nuevo,
Seamos siempre,
Vos y yo,
Sin rompernos,
Ni deshojarnos,
En este jardín,
En este segundo,
Cuando te despojo de tu nombre
De tu corona,
Y te hago mía,
Esclava en las horas del secreto,
Cuando gota sobre gota,
Estallamos y caemos sobre la hierba,
Húmedos,
Como si hubiéramos llovido,
Como si acabáramos de llegar, Violeta.
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